lunes, 20 de septiembre de 2010

just snow

Intento, nuevamente, saltar a la comba entre las olas de nieve que me envuelven. Trazando una y otra vez distintas curvas, procurando dibujar con cada movimiento algo diferente. Algo que demuestre que soy distinto.

Últimamente tengo infinidad de discusiones conmigo mismo, más de las que querría. En ellas dispongo de todas aquellas convenientes respuestas que no te di en su momento. Ni a ti ni a ellos. A todos los que, recientemente, me han fallado. Y con cada levantar de blanca nieve soy más rápido en las réplicas, y eres tú, esta vez, la que no tiene nada que decir. La que espera estática que la razón se le presente. Tenía tanto que reprocharte, y sólo ahora, camuflado en este arropador traje, se manifiestan en mi cabeza. De modo que esta injusta fortuna despierta mi ira, la cual procuraré extinguir con el próximo salto, borrando tu cara de mi mente entre el congelador polvo que no cesa de arrollar. Suprimiendo cada una de las disputas que he tenido, cada una de las diferencias, con todos los que sugirieron en su época ser amigos…o contigo. Se supone que esta es mi única distracción, la que logra sacarme del negro pozo en el que se hunden los días gracias a cada uno de mis comederos de cabeza…gracias a ti; y aún así ahí continúas, escuchando el total de las mil respuestas que he sido capaz a darle a nuestra última pelea en mi pensamiento. En mi perfecto e imaginario mundo. Donde sólo estamos la nieve y yo. Donde tú siempre pierdes los enfrentamientos. Me aproximo a un cajón. Espero que éste sea el que consiga eliminaros a todos.

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